Alicia Vicchio
@aliciavicchio
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Tío Julio Silva partió el 4 de abril de 2020, de una tarde noche en la eterna París, a sus 90 años bien respirados.
Sus amigos del arte, los curadores de sus muestras, editores de sus libros, colegas periodistas de la sección Cultura, poetas, escritores, biógrafos, recuerdan su obra, su amistad fraterna con Julio Cortázar, esas anécdotas y encuentros divertidos entre Pincel ( tío) y Pluma (Cortázar) en el 'rancho" de Saignon. El «Hola, soy yo, el otro Julio», a los correctores.
Los lectores de "La vuelta al día en 80 mundos", de Cortázar vieron a Silva en páginas de ese libro. Y todos saben que Julio Pluma le encargó su propia lápida a Julio Pincel, en la tumba del cementerio de Montparnasse, con mármol rosado de Carrara.
Julio Cortázar muere el 12 de febrero de 1984. Su lápida la adorna una escultura de Julio Silva, un cronopio: «un dibujo fuera del margen, un poema sin rimas» en palabras del autor.
📍 Cementerio de Montparnasse en París.
Murió el hermano preferido de mi madre Edith (La Maga), la más chica de cinco hijos del matrimonio entre Lea y Florencio. Julio era el más cercano en edad, aunque le llevaba varios años. Morocho, bonito, irónico, de carácter tornadizo, de fastidio fácil con los tartufos, sensible, amiguero, insoportable con los famas, era un cronopio queríble y querido que entregó y sembró arte por varios países.
Cuando marchó a la 'Ciudad Luz', mí abuela Lea le mandaba encomiendas con alimentos, entre ellos yerba mate. Su primera vivienda fue un mínimo atelier en la bohême del barrio Saint Germain. Después vivíó añares en el Boulevard Brune, de su amada París. Tenía otra casa, toda de mármol, en Torano, con vista a las montañas, donde escapaba en busca de inspiración y pergeñar trabajos para #SaúlYurkievic, y otros cofrades.
Me dedicaba largas cartas en lapicera de tinta verde, contaba de esa casa comenzada por el año 1750, que se empeñó en comprar y refaccionar: «marmol en el piso, mármol en las paredes, mármol en la cocina. Corazón, de qué estás hecho». En una foto de las montañas puso: «Aquí vivo y trabajo, como verás hay mucho trabajo por hacer», por sus esculturas en ese material noble que cincelaba por horas y horas.
Amante del jazz y el tango, gran escuchador y lector de poetas, y conocedor de música, hizo amistad y reuniones con Piazzola, #TataCedrón, #AlejandraPizarnik, uno de los #Castagnino, su otro frate #BobbyAizenberg, y se "batió en combate" con Cortázar, inmortalizado ya en varias tomas fotográficas. Uno lungo, de casi dos metros, y flaco, el otro de menor estatura, 1;75 más o menos, de cabello lacio y largo.
Mamá lo amó con esa ternura de niña mimada de la familia. Él me amó con ese ser transparente, con los suyos lejos. De uno de sus viajes a la Argentina tengo una foto con tío. Luego, cuando volvió a su casa parisina, me dijo «Sinceramente eres lo más bello que me traigo de allí», porque el país estaba mal, y le dolió tanto miserable.
Me llamaba "Mensajera". Un amigo suyo acaba de escribir un ‹in memoriam›, donde hace mención a un poema de Guillaume Apollinaire, que alguna vez tío me contó dejó al lado de una foto de su querido Julio Pluma, en la casita montañesa de Carrara, en una de las paredes pintadas con cal blanca. Con ese poema voy a saludar la vida de Julio Héctor Silva Ferrari. Que los demás hablen de su extensa obra plástica y de sus libros, dibujos, esculturas, muestras. Quien quiera conocer más lo busca en Google.
A mi me hablaba de espejos, relojes, conejos, gatos, reinas, naipes. Viajábamos en surcos imaginarios envueltos en letras con el Atlántico de por medio, y las cartas de puño y letra en ese verde que nunca fue color esperanza, sino esmeralda perdida
Adiós, tío Julio . Cultivó amores con Hildegard, Virginia y Catherine, lo suceden Alexis, Olivier, Stella. La sangre de su sangre anda desparramada en Suiza, Japón y Francia.
No tengo idea si después de expirar sigue algo. Ojalá nunca descanse en paz, ya sabés que me molesta eso de "descansa en paz" y a vos tampoco te gustaba esa sigla «cachuda». Que sigas pintando, cincelando y poniendo tu mirada en la belleza, de la que fuiste parte en este lado del mondo, o duermas ya para siempre. No sé qué sigue. Si sé que te guardo en un latido, y te arropo.
«Esta brizna de brezo
he recogido.
El otoño está muerto.
No lo olvides.
No nos veremos más
sobre la Tierra,
brizna de brezo,
aroma de los tiempos.
Y no te olvides
de que yo te espero»
#Alis
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